lunes, 30 de marzo de 2015

Cuadernos Pequeño Jefe I

Este fin de semana ha sido arduo. Mi cerebro se esfuerza en aprender  y creo que lo voy logrando de a poquitos. He escuchado que los de mi quinta somos como esponjas, que aprendemos sin apenas darnos cuenta, como quien no quiere la cosa. También he escuchado que la gente grande no recuerda absolutamente nada de sus tres primeros años de vida… Entonces, ¿De qué estamos hablando?

Para que lo sepan, tengo la cabeza que echa humo.

Esta sociedad no me lo está poniendo nada fácil.

Aparte de las milongas que ruedan, giran y cantan canciones de animales de granja, me estoy dando cuenta de que este mundo se nutre de otros elementos mucho más ingratos. Esta ha sido la razón por la que he decidido que esta, mi sección, se llame Cuadernos pequeño jefe, en homenaje a ese gran personaje que tuvo que sufrir a tanto necio insensible e insensato. 

Pero he de decir también que siempre hay lugar para la esperanza y el despertar de las conciencias, así que “Cuadernos pequeño jefe” también tendrá alegría y buen humor. Porque este mundo tiene mucho que rascar, y también hay cosas que sin duda merecen la pena. Empezando por las galletas dinosaurio.

Vamos a lo que vamos. Estos últimos días han ocurridos tres hitos que me han tenido la cabeza un tanto ocupada. La primera palabra rara y malsonante que he aprendido es “mordaza”. Al principio no entendía muy bien de qué hablaban Páter y Lamama. No sé qué de la aprobación, de que qué miedo, y pena, y rabia y cosas feas todas juntas. Yo hacía que iba a lo mío pero mis pelillos se estaban poniendo como escarpias. A mi ese nombre en un principio me sonaba a la tierra de Mordor, y realmente no iba muy desencaminado. .. Sus objetivos también son oscuros, y además, pretende retrotraernos a la Tierra Media. Bueno, a la Edad. Luego aprendí palabritas colaterales: que si mayorías absolutas, que si manifestaciones, que si Congreso… Ardo en mí.

Pues una pena, oye. Nacer uno para esto.

La segunda palabra destacable adquirida es mucho más apasionante. Y se sitúa en las antípodas de Mordor. Se trata de “primarias”. Al principio me confundí creyendo vanamente que se ampliaba la familia, pero no, al parecer no son las nenas de tu tío. Al parecer se trata de un proceso (esto también he tenido que aprenderlo y asimilarlo. Las cosas no son siempre “melón la tajá en la mano”). Un proceso por el cual la gente vota a candidatos para que estos le representen. Resulta que mis progenitores andaban en esto mientras yo prendeaba con la tortuga esa repetitiva. Tiene poco que decir esta tortuga, anda reprimida... no sé si ya habrá sido captada por Mordor.

Interesante este mundo aperturista que parece que también tiene su cabida.

El tercero de los hitos, me tiene aún apesadumbrado. No levanto cabeza desde entonces. Se llama “guerra”. No creo que este término pueda ser ya superado. Además, trae consigo un sinfín de palabrerío importante: colateral, interés geopolítico, recursos… ElPrenda colapsa en tres, dos, uno…

El vocablo en cuestión lo he aprendido por esta noticia. Andaba yo tratando de encontrar gente de mi quinta a lo largo y ancho de este mundo, cuando una niña se me cruzó. Y ya no me la puedo quitar de la cabeza.


Me dan ganas de viajar a su lado, arrejuntarnos en un rincón e imaginar que vivimos en un sitio sin gente grande. Un lugar poblado de objetos luminosos, redondos y que giran y giran y giran. 

Bueno, y  algún que otro animal de granja. 

Ah, y rendirme con ella. Caer rendido por cansancio tras un día largo de juego ininterrumpido.


4 comentarios:

  1. Muy bueno. Sin palabras. Me ha encantado lo de rendirse por cansancio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Pablo! A ver cuándo Elprenda y Javi caen exhaustos juntos tras una jornada ardua de juego ininterrumpido. Besos

      Eliminar
  2. Madre mía, 8 post en un mes, eso si que es empezar fuerte. ¡Enhorabuena!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, empecé fuerte! Ya me voy apaciguando. Saluditos para los dos y prole

      Eliminar